Page 46 - Lanzarotto Malocello de Italia a Canarias
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La inconsistencia de una oscura bibliografia es, por lo tanto, el hecho
relevante acerca de Lanzarotto Malocello. Tampoco nos ayudan los bustos
de marmol, grabados y bocetos hechos con carboncillo, e incluso "pruebas
de artista" como las innumerables laminas cientfficas de Leonardo.
Es cierto que se dira que de muchos personajes antiguos no pocas na-
rraciones resultan ser novelescas y se debe sobre todo porque parten de la
poca certidumbre sobre los hechos sobre los que se han creado historias
paralelas. Ante tanta audacia nos sentimos un poco perplejos si tenemos en
cuenta que los acontecimientos no sucedieron exactamente asI. Tratemos de
tener a una cierta distancia los hechos novelescos de los acontecimientos
verificables al recordar siempre que ambos nos hacen el honor de aportar
algo sublime: lo importante es que las dos lineas siguen separadas; en todo
caso, las dos diferentes narraciones nos ofrecen la posibilidad de sonar, de
acabar en aquellos lugares, es decir, de di sminuir la presion del tiempo.
La novela historica tiene su éxito cuando el personaje importante im-
pone, cobra vida y gana protagonismo, honra su nombre que por otra parte
ya aparecia en los lìbros o ya estaba escrito en una inscripcion de marmol.
~ Cuantas novelas fueron creadas partiendo, por ej empIo , del nombre de
un emperador? Nos resultara diffcil nombrarlas todas pero lo que es un
hecho, por ejemplo, es que personajes como los de César, Calfgula, Neron
y Julìano el Apostata, han potenciado la fantasia de tantos escritores. Algo
analogo puede suceder cuando el personaje es, por decirlo de alguna manera,
misterioso, y a partir de entonces se narra la trayectoria existencial de este
colocandolo en "ambientes exactos" y, sobre todo, justo con el "sabor de
la época".
La escritora Marguerite Yourcenar nos ha legado las "Memorias de
Adriano" sin duda alguna basandose en textos y hechos precisos acerca de
la vi da del emperador. Sin embargo, se trata de una novela y sus dicilogos
tan sabiamente escritos son obra del arte y de la entrega emocional de la
gran autora.
De ahi, entonces, la importancia de una huella, por lo menos, del indi-
viduo a conocer. Una huella que, en el caso del emperador Adriano, puede
ser un busto de marmol estatuario, monedas, raras citas y manuscritos ela-
borados por antiguos historiadores. Por un momento, sonando con la tenue
huella, podremos pensar nada menos que en una agata, incrustada en el perfil
del emperador. Sin embargo, aquellas pequenas gemas que incrustaban en su
mayoria en anillos, eran para los romanos a menudo las que representaban
a sus dioses y presagios como la Suerte, la Prosperidad y también el Amor.
No obstante, en el caso de que hubiera sido posible encontrar una agata con
el rostro de Adriano y sin disponer de otro material -otra documentacion,