Page 144 - Le Operazioni Interforze e Multinazionali nella Storia Militare - ACTA Tomo I
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           pudo obtener el monarca español de esta guerra fue el reconocimiento del infante don
           Carlos como heredero del ducado de Parma.
              La Guerra de la Cuádruple Alianza (1717-1720) puso de manifiesto la capacidad
           de regeneración de las fuerzas militares hispanas, en especial, su espectacular rearme
           naval, aunque realizado con tal urgencia que redundó negativamente en la calidad de
           los materiales y en la instrucción de las dotaciones. Tras la pérdida de los territorios
           extrapeninsulares, la monarquía española tuvo que especializarse en la organización de
           operaciones de desembarco, ya que los objetivos principales de su política exterior esta-
           ban en Italia. Las reformas administrativas de Felipe V habían conducido a la creación
           de la Intendencia General de la Marina (1705) y de la Secretaría de Estado y del Des-
           pacho de Marina e Indias (1714), instituciones cuyo objeto era la renovación material
           y funcional de la Marina española. El papel de José Patiño como intendente general y
           secretario de despacho fue fundamental en la recuperación del poder naval español y, en
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           especial, en la organización de las expediciones en el Mediterráneo occidental . Para el
           éxito de las mismas fue decisiva la compenetración entre los intendentes, los jefes de la
           armada y los jefes de las tropas de desembarco, consagrados todos al servicio del mo-
           narca y conscientes de sus responsabilidades en este tipo de operaciones tan complejas y
           extremamente dependientes de factores meteorológicos. Los desembarcos en Cerdeña y
           Sicilia se realizaron con un alto grado de perfección, si bien apenas hubo oposición por
           parte de los defensores. Estas experiencias permitieron a tratadistas como el marqués de
           Santa Cruz reflexionar sobre las operaciones de desembarco y proponer expedientes que
           siguen siendo de actualidad, como la utilización de lanchas con compuertas, su transpor-
           te sobre navíos nodriza o la señalización por banderolas para coordinar la aproximación
           de las lanchas a los transportes de tropas . Por último, en los desembarcos y operaciones
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           de bloqueo se revalorizó el papel de las galeras, capaces de proporcionar apoyos de
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           fuego durante más tiempo gracias a su menor calado y mayor maniobrabilidad . No
           obstante, sin el apoyo de una potente armada de poco servían los esfuerzos realizados
           por las tropas terrestres en un escenario de carácter insular. Destruida la flota española
           en Cabo Passaro el fracaso de la expedición era sólo cuestión de tiempo y ésta fue una
           experiencia que asimilaron los estrategas españoles de cara a futuras operaciones en este
           espacio geográfico.

           La alianza franco-española y las campañas de Nápoles, Sicilia y Lombardía: Ope-
           raciones combinadas
              Tras la evacuación de Italia, la política exterior española fue errática durante algunos
           años,  en busca de sucesivas alianzas con Francia, Austria y Gran Bretaña. Hacia 1730,
           el principal objetivo de Felipe V era la sucesión del infante Don Carlos en el ducado de
           Parma, resistida por Austria. Gracias a las gestiones británicas, el emperador consintió
           finalmente en la introducción de tropas españolas en Toscana, Parma y Plasencia, que
           fueron transportadas desde Barcelona a Livorno por una escuadra combinada anglo-es-
           5  Ver apéndice documental, nº 3.
           6  Ver apéndice documental, nº 4 y 5.
           7  Ver apéndice documental, nº 6.
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