Page 149 - Le Operazioni Interforze e Multinazionali nella Storia Militare - ACTA Tomo I
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          te, donde descansamos, quedando para nosotros una tercera parte del Reino. (...) Nos
          mantuvimos en nuestros cuarteles hasta que en tres embarcos escoltados por los Ingleses
          nos volvimos a España. Ésta es la Guerra de Sicilia, que por menor os refiero; en cuyos
          sucesos me hallé desde el desembarco hasta el reembarco para España, que fue en Julio
          del año 1720. Como nuestra Caballería al tiempo de volvernos aún era numerosa, man-
          dó el Rey que solo embarcasen cuatro caballos por Compañía, vendiendo los demás o
          abandonándolos en la Isla; lo que en el día es ventaja para las remontas de la Caballería
          del Rey de Nápoles.»

          Doc. 3. Patiño: el hombre de la logística en las operaciones anfibias
             NAVIA, Álvaro (marqués de Santa Cruz de Marcenado): Reflexiones Militares. Ins-
          tituto de Estudios Asturianos (del C.S.I.C.). Oviedo, 1984, Libro IX , Cap. XIII, p. 254.
             «Quien hubiere observado la conducta del señor D. José Patiño en el desembarco de
          los pertrechos para el último sitio de Barcelona, y en los embarcos para Levante, Mallor-
          ca, Cerdeña y Sicilia, puede haber aprendido de la práctica aquel Ministro, infinitamente
          más que de mis avisos en esta profesión ajena; pero también sería mucho pretender imi-
          tar su comprensión ni su resistencia en la fatiga: vile meses enteros en Cádiz no comer
          ni cenar sino en la chalupa de ida y vuelta a Puntales y Cañuelos, por no malograr en
          tierra aún aquellos pocos instantes necesarios para su alimento; estaba todo el día a las
          inclemencias del tiempo dando prisa a los aprestos de las naves: partía al amanecer y se
          retiraba a su casa de noche, no a descansar a proporción del sufrido trabajo, sino a dar
          para otro día las oportunas providencias, en cuya aplicación se mantenía por lo menos
          hasta media noche, y muchas veces hasta cerca del día, que reposaba dos horas sobre una
          silla. Vile en Barcelona, también durante seis meses, en las playas de Besós y Llobregat
          aguantando el sol de Julio y Agosto desde la mañana hasta la noche, y comiendo allí
          mismo un bocado de fiambre para que no hubiese tardanza ni confusión en el desembar-
          co de nuestros pertrechos y en otras importantes ejecuciones de la marina para la toma
          de aquella plaza; y últimamente le vi en el muelle de ella, continuo mañana y tarde, a dar
          sus disposiciones para el embarco de Sicilia, tratando a un mismo tiempo con cincuenta
          personas de diversos oficios y encargos, sin que en un solo punto le turbase la diferencia
          ni la multitud de los negocios, por lo que desde el principio los desmenuzó en su idea y
          los compartió a varios subalternos que atendían a la ejecución y le suministraban claras
          las noticias; y con todo esto nada sobraba de tanto hombre: mira ahora si para la super-
          intendencia de un embarco bastará cualquier intendente.»


          Doc. 4. Los desembarcos según el marqués de Santa Cruz

             NAVIA, Álvaro (marqués de Santa Cruz de Marcenado): Reflexiones Militares.
          Instituto de Estudios Asturianos (del C.S.I.C.). Oviedo, 1984, Libro IX , Cap. XIII, pp.
          256-261.
             «Los Generalísimos de ejército y armada conferencian a menudo con el superinten-
          dente general para prestar la mano de común acuerdo a la ejecución de las providencias
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